El invierno llega, y con el esos resfriados... ¡Ay esos resfriados! Tres o cuatro días de malestar general, con dolor de cabeza, ganas mínimas de hacer nada, y mocos. Mocos que no te dejan hacer nada, y que convierten cualquier actividad en un suplicio. Por esta razón, hoy os daremos algunos truquillos caseros para que esos días de mucosidad espesa sean más llevaderos.
VAPOR
Seguro que vuestras abuelas o madres os lo han hecho miles de veces... Y realmente es efectivo. Colocamos una olla con agua, y cuando hierve, se aparta y se le añaden hojas de eucalipto o menta. Con cuidado de no quemarnos, nos colocamos encima, de tal forma que emanemos su vapor; para recoger más vapor, podemos ponernos una toalla sobre la cabeza.
De la misma forma, podemos aprovechar el vapor producido al ducharnos -recordad que es preferible ducharse que bañarse, para ahorrar agua-; además, con la ducha nos sentiremos mucho mejor.
El fin del vapor será fluidificar la mucosidad -aumentar su nivel de humedad-, ayudando a su eliminación.
SOLUCIÓN SALINA
Mezclamos agua tibia con una cucharada de sal; lo mezclamos todo, y aspiramos una cucharada de esta mezcla. La sal, con su acción antiséptica, y el agua tibia -cuyo calor ayuda a fluidificar la mucosidad, como vimos en el apartado anterior- contribuirán al drenaje de la mucosidad.
INFUSIONES
Otras infusiones que se pueden consumir para ayudar a eliminar los mocos son la infusión de hinojo: es una planta con alta capacidad expectorante, que podemos encontrar en cualquier superficie comercial. Para obtener efectos, es recomendable consumir tres tazas diarias.
En caso de ser ya un caso más "crónico", la compra de un humidificador para el hogar puede ser una opción pausible, ya que ayudará a hacer más fácil la eliminación de la mucosidad.
Os recordamos, como siempre, que ante cualquier duda, es imprescindible que acudáis a vuestro médico o profesional sanitario.
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