Hay problemas que son más comunes de lo normal y uno de ellos es la disfunción eréctil. Alrededor de un 14 % de españoles presentan esta alteración. Casi siempre está originada por causas orgánicas como la diabetes y la hipertensión, o también por trastornos psicológicos, como el estrés, l ansiedad y el consumo de drogas.
A continuación, para poder prevenir la disfunción, indicamos ocho malos hábitos que deberán evitar los caballeros para poder alejar el fantasma de la impotencia de sus vidas:
- Tabaco. Su efecto es directo sobre el flujo sanguíneo, que se vuelve más lento tras inhalar el humo, y además, la nicotina estrecha las arterias. Hay tras drogas como la marihuana, que actúan sobre los receptores del pene dificultando la erección. No fumen caballeros.
- Grasa aguafiestas. Por un lado, las grasas dificultan el flujo sanguíneo correcto y por otro lado, en hombre con problemas de obesidad, los niveles de ciertas hormonas sexuales como la testosterona, disminuyen en proporción al sobrepeso, reduciéndose así el apetito sexual. Lleven una dieta equilibrada.
- Soja. El consumo excesivo de esta legumbre y sus derivados provoca la reducción de los niveles de testosterana, por lo que altera el apetito sexual. Volvemos a los mismo. Dieta equiñibrada.
- Blanco vampiro. Ni tanto ni tan calvo. Evitar tomar el sol tampoco es sano. Los hombres con carencia de vitamina D, tienen su libido alterada debido a que se necesitan unas cantidades adecuadas de vitamina D para la una producción normal de testosterona. Y para todo ello necesitamos exponernos al sol. Con moderación, pero tomar el sol es necesario para muchas funciones metabólicas y orgánicas.
- Estrés. Esta situación puede provocar que se obstaculice la erección masculina, pues niveles altos de cortisol, la hormona del estrés, producen esta disfunción. Las prisas nunca fueron buenas.
- Una mala corazonada. La arterioesclerosis puede arruinar una noche de pasión. Se ha demostrado que la impotencia masculina puede ser un síntoma de que los vasos del corazón pueden estar empezando a ocluirse por lo que tendrían que tomer medidas. Volvemos a la dieta equilibrada y al ejercicio.
- La cosa no marcha sobre ruedas. Los ciclistas lo tienen crudo. Estar sentado durante un tiempo prolongado y frecuente en el sillín de una bicicleta genera una presión en la zona del perineo que puede dañar los nervios e interrumpir temporalmente el flujo de sangre hacia el pene. Solución: elegir el sillín adecuado o usar pantalones de ciclista con almohadillas para evitar este problema.
- Ver llora quita las ganas. La presencia en las lágrimas femeninas de hormonas como la prolactina o la leucina, genera un olor específico que, en el sexo opuesto, reduce la testosterona y disminuye la excitación a nivel general.
Con sencillas acciones, las soluciones son inmediatas. ¡Tomen nota!.
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