venres, 27 de novembro de 2015

Consejos para el buen vivir: ¡Qué horror!. ¿Y ese olor?

Hace muchos ¿años? los reyes de la  cama eran, por un lado, un “actor” americano llamado Lorenzo Lamas (preguntadle a vuestras madres y abuelas) y por otro lado el “Vicks Vaporub” (daban ganas de comerlo a cucharadas de lo bien que olía). Pero ahora, no. Además de las tecnologías, por supuesto, hay una reina de las camas acatarradas.

Cuál fue mi sorpresa cuando un día, visitando a una amiga, el olor a empanada, guiso o cocido con cebolla, inundaba toda la casa. ¡Menudo ambientador!. Al comentárselo, primero me miró extrañada, después divertida. Me  llevó a la habitación de su hija pequeña que estaba en cama con catarro y aquello parecía un altar. La pobre estaba acosada por platos de cebolla cortada en trocitos. Y ahora os digo porqué.


Con el frío hay que estar preparados para los catarros. Con los mocos, la congestión nasal y la tos hay que intentar buscar métodos que sea efectivos. Cuando se está acatarrado, los mocos y la congestión son muy molestos y si encima por la noche la dificultad para respirar y la tos no te dejan dormir bien, el malestar se agrava bastante.

El remedio de la cebolla, no es curativo, sino que se utiliza para mejorar los síntomas y facilitar la respiración. No creáis que sólo es otro truco más de las abuelas. Tiene una base científica: la cebolla contiene un derivado del azufre que es actúa como un mucolítico natural diluye la mucosidad que se pega a la garganta y te impulsa a toser involuntariamente. Además sus vapores abren las vías aéreas y despejan la congestión nasal lo suficiente como para respirar sin muchísima molestia.
Ventajas: sencillo, barato y efectivo.
Inconvenientes: no controlamos la cantidad de vapores que inhalamos y el olor.
A los que os guste la cebolla, os gustará el remedio. A los que no, os sorprenderá.

Animaos a cortar unas cebollitas. Os esperamos aquí para que nos contéis la experiencia.

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