¡Buenos días, hipocondríacos!
Seguro que la mayoría de vosotros habéis oído a algún amigo o familiar quejarse de tendinitis. ¿Y qué es esta patología tan común? Pues, simplemente, la inflamación de un tendón. Aunque pueda parecer poca cosa, la tendinitis realmente es bastante dolorosa y molesta.
Por ello, hoy os traigo una serie de remedios que podéis hacer en casa para aliviar los síntomas de esta inflamación, y que afecte así lo menos posible a vuestras actividades de la vida diaria.
- Descanso.
La inmovilidad o la realización de actividades de menor impacto, pueden ayudaros a aliviar el dolor producido por la tendinitis.
Si practicáis actividades de alto impacto tales como correr o jugar al tenis, podéis cambiarlas por otras que supongan un menor esfuerzo para el tendón afectado (bicicleta, caminar, nadar...).
Además, para ayudar a prevenir la rigidez, debéis empezar a mover lentamente la zona afectada tras haberos tomado unos días de descanso.
- Frío.
Esto os ayudará a reducir la inflamación y así reducir el dolor. Podéis utilizar una bolsa de hielo aplicada en la zona afectada durante 20 minutos, tantas veces al día como sea necesario.
Si es demasiado frío y sentís que vuestra piel se adormece, debéis colocar una toalla entre la piel y la bolsa para evitar la congelación de la zona.
- Presión.
Debéis tener cuidado de no apretar demasiado el vendaje, para preservar la correcta perfusión sanguínea del área afectada.
- Elevación.
Levantad vuestro tendón afectado por encima del nivel del corazón, en la medida en que esto sea posible. Esto os ayudará a reducir la inflamación, ya que este gesto facilitará el retorno venoso.
La elevación es especialmente útil para la tendinitis de rodilla.
Si los remedios caseros no son efectivos y la tendinitis persiste, afectando a vuestra calidad de vida, debéis acudir a la consulta de un médico. Este mal común es muy tratable y obtener un diagnóstico médico a tiempo podrá ayudaros a recibir el tratamiento adecuado.
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