mércores, 2 de decembro de 2015

Primeros auxilios: Pequeños cortes en los niños. ¿Demasiados lances de espada?.


Es normal que los niños jugando o durante su periodo de aprendizaje motriz, sufran cortes, rasguños y todas las rozaduras del mundo. Si hay alguna mamá, ¿cuántas medias y pantalones habéis cosido?. Pero hay otro escenario, que nosotros consideramos seguro, en el cual se hacen la mayor parte de las heridas: nuestras casas. Por ello, antes de curar, deberemos prevenir y para eso  tenemos que protegerlos de los objetos afilados y peligrosos que se encuentran tanto fuera como dentro de su casa
¿Qué podemos hacer en casa? Pues algunas cosas tan sencillas como quitar del alcance de los niños los objetos que puedan en estado normal o al romperse, causar algún daño en ellos como cubertería, vasos, electrodomésticos con cuchillas, espejos, maquinillas de afeitar pues lo de imitar a papá mola un montón y diversas herramientas que a nosotros nos pueden parecer inofensivas a ellos pueden hacerles mucho daño. También debemos  evitar que se acerquen al lavavajillas y a la basura, porque los enanos son unos investigadores natos y más rápidos que Billy el Niño. A mi sobrino lo que más le gusta es el cuchillo del pan: es una “pada para luchal”. No es inglés, lo juro. Y los elementos mágicos: PROTECTORES. De puertas, de esquinas, de bordes, de cierres. Mil y un tipos. Pero hay que ponerlos.
Una vez dicho esto. Vamos a reparar. Nos encontraremos con las rozaduras ( haciendo lucha libre en la alfombra del salón), los rasguños ( curioseando detrás del sofá) y los cortes (¡socorro! Me he dejado el cuchillo encima de la mesa). ¿Cómo se curan?. Después de todo esto la piel se rompe y empieza a sangrar. El cuerpo intenta parar el sangrado y el resultado va a ser una especie de tapón que forma una costra y que forma una barrera para proteger la zona lesionada y que el cuerpo que tome su tiempo para reparar la herida.
¿Y qué debemos hacer nosotros? Cortaremos el sangrado apretando la herida con una toalla o un trapo suave y limpio. Si la herida no es muy profunda, debería dejar de sangrar al cabo de unos minutos. Entonces deberías lavártela con agua tibia y jabón suave para arrastrar los residuos que puedan quedar. La mayoría de cortes, rasguños y rozaduras se curan sin necesidad de cuidados especiales. Pero podemos  utilizar una pomada anti-bacteriana para que maten los gérmenes nocivos, o un vendaje impide que la herida sufra golpes o roces y que entren nuevos gérmenes en su interior. Si tenemos que vendar la herida, debemos cambiar el vendaje diariamente y también cuando se moje, humedezca o ensucie.
Si la herida es muy larga o profunda es posible habrá que llevarlo al médico para que le pongan  algunos puntos o un pegamento especial para cerrar la herida. Si el objeto con el que se cortaron estaba oxidado, decidirán si ponen la vacuna del tétanos o no.
Todo esto acompañado de: lloros, me duele, mal@, me muero, una herida de guerra y otros. ¡Suerte!.


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