Habitualmente, el tandem "sol y
salud" se asocia con las recomendaciones médicas destinadas a proteger la
piel y los ojos de los efectos negativos de los rayos solares, como son las
lesiones, el envejecimiento acelerado e incluso el cáncer. Por supuesto que
debemos seguir estas recomendaciones, pero el sol también es necesario para
muchas reacciones de nuestro cuerpo y para su correcto funcionamiento. y ofrece
una serie de efectos saludables a menudo ignorados. Veamos algunas procesos
sobre las cuales actúa el sol:
Vitamina D. Exponer los brazos y piernas entre cinco y diez minutos al sol del mediodía ayuda a obtener la vitamina D necesaria para el organismo. La vitamina D ayuda a que nuestro organismo produzca una hormona llamada calcitriol que es la encargada de regular el metabolismo del calcio y del fósforo en el organismo. No obstante, es recomendable utilizar protectores solares y consultar al dermatólogo si se va a estar más tiempo al sol. La denominada "vitamina del sol", que se almacenan en el tejido graso del cuerpo, ayuda a que el organismo humano absorba los minerales esenciales para la formación normal de los huesos. La vitamina D, también es importante en la prevención del asma, la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas. Su papel en la prevención de infecciones se relaciona con el refuerzo de las defensas: los linfocitos T, células inmunológicas, la utilizan para activarse y así luchar contra las infecciones,
Serotonina.
Se ha demostrado que los cambios de la luz solar durante el año modifican los
niveles de algunas sustancias producidas en el cerebro, como la serotonina, que
juega un papel clave en los trastornos estacionales afectivos y del ánimo, como
los síndromes depresivos otoñal e invernal. Cuanta más horas de luz natural
de sol tenga el día y más luminoso sea, menos problemas afectivos sufrirá la
persona que disfruta de estas condiciones ambientales, según un estudio
publicado en 'The Lancet', que ha descubierto que la serotonina cerebral se
ajusta de forma rápida a la intensidad de la luz solar en las personas sanas
(no propensas a la depresión).
Artritis reumatoide. Vivir
en un lugar soleado puede reducir el riesgo de desarrollar artritis reumatoide
(AR), sobre todo entre las mujeres mayores. En un estudio realizado con un grupo
de mujeres, aquellas que tenían los niveles más altos de exposición solar
fueron un 21 % menos propensas a desarrollar la enfermedad comparadas con
quienes estuvieron menos expuestas al sol. Aunque según algunos
profesionales, no se puede proponer a todo el mundo que tome el sol todo
el día para protegerse de la AR, porque los UVB aumentan el riesgo de cáncer de
piel.
Esclerosis múltiple. Los
investigadores de USC sugieren que los rayos solares inducen un efecto
protector contra la EM, posiblemente al alterar la respuesta inmune de las
células o al aumentar los niveles de vitamina D, y recuerdan que esta dolencia
suele ser más común en las latitudes con niveles más bajos del tipo de
radiación ultravioleta que estimula la producción de vitamina D.
Asma infantil.
La vitamina D es un factor de protección frente al asma infantil. Según varios
estudios, existe un mayor riesgo de padecer este problema respiratorio en
aquellos niños que viven en lugares donde las horas de luz solar son más
limitadas.
Colesterol.
Tomar el sol puede mejorar los niveles de colesterol en la sangre. La luz
ultravioleta influye en los niveles orgánicos de la grasa que se pega a las
paredes de las arterias, lo que unido a que en verano realizamos más
actividades físicas y comemos más fruta, hace que las enfermedades
cardiovasculares disminuyan en esta época".
Tensión arterial. La exposición al sol disminuye la presión sanguínea porque provoca una dilatación de los vasos sanguíneos superficiales y aumenta la circulación de la sangre en la piel.. El sol puede beneficiar a una persona con problemas de hipertensión, pero a alguien con niveles normales de tensión arterial una exposición prolongada al sol puede provocarle una lipotimia".
Tensión arterial. La exposición al sol disminuye la presión sanguínea porque provoca una dilatación de los vasos sanguíneos superficiales y aumenta la circulación de la sangre en la piel.. El sol puede beneficiar a una persona con problemas de hipertensión, pero a alguien con niveles normales de tensión arterial una exposición prolongada al sol puede provocarle una lipotimia".
El sol, con moderación, como vemos, es bueno.
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