Torpes hipocondríacos del mundo, ¡atención!
Hoy os traigo un consejo para reducir al máximo los daños que puedan produciros vuestros pequeños despistes diarios.
¿Quién no ha bajado alguna vez a toda prisa las escaleras de su edificio para ir al trabajo o a clase? El problema es que a veces nuestros tobillos no se muestran demasiado colaboradores. Torceduras, esguinces... Vais a tener que aguantar todo el día con el tobillo dolorido y en muchos casos de pie, así que un buen vendaje os facilitará mucho las cosas.
Paso a paso.
En primer lugar, al acabar de torcerse un tobillo, lo ideal es aplicar frío en la zona para que la inflamación sea menor. Esto debe realizarse durante 15-30 minutos antes de aplicar el vendaje.
A continuación, se debe colocar un vendaje funcional, ya que permite la movilidad parcial del tobillo a la vez que protege la zona dañada y facilita la recuperación de esta.
El vendaje más utilizado para articulaciones (en este caso el tobillo) es el conocido como vendaje en ocho. Este se inicia sujetando la venda bajo la articulación con varias vueltas espirales.
Posteriormente, se hace una vuelta ascendente que cubra la articulación y se asegura con vueltas espirales sobra la zona superior.
Para terminar, alternaremos vueltas ascendentes y descendentes cruzadas entre si y superpuestas a las anteriores; dibujando la figura de un ocho como se muestra en este vídeo.
Este vendaje os servirá para salir del paso; pero es muy importante que, en cuanto podáis, acudáis a un centro de salud para que un profesional valore adecuadamente la lesión y aplique el tratamiento correcto.
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