xoves, 19 de novembro de 2015

Primeros auxilios: actuación ante quemaduras

Las planchas del pelo, la vitrocerámica, el horno... En nuestros hogares podemos encontrarnos con múltiples fuentes de calor que nos pueden causar quemaduras. Por esto, os daremos una serie de actuaciones simples pero efectivas para todos esos hipocondríacos -desde el cariño- que nos leen.
Primeramente, es necesario distinguir si la quemadura que hemos sufrido es de primer, segundo o tercero grado:


  • Primer grado: son las más leves y las más comunes; en estas, la zona afectada es la epidermis, en la que se presentará enrojecimiento, ardor y dolor. Generalmente no presentan ampollas -flictenas en el lenguaje clínico- y se presentan en la superficie. No dejan cicatriz, y su curación tarda entre 3-6 días. Es de estas de las que hablaremos posteriormente.
  • Segundo grado: estas quemaduras afecta ya a la epidermis y la dermis, y según su profundidad las clasificaremos en superficiales (con una curación de 10-14 días, con una cicatriz mínima) o profundas (curación más larga, de entre 3-4 semanas, y con la posibilidad de presentar cicatrices hipertróficas -con formación anómala). En estos casos, se observan las flictenas antes comentadas, exudación y un intenso dolor.
  • Tercer grado: este tipo de quemadura ya afecta a la piel y a otros tejidos circundantes, por lo que los daños son mayores; esto lleva muchas veces a la intervención quirúrgica para su solución. Generalmente, estas se deben a accidentes de carácter químico o eléctrico o a la exposición directa a llamas; son las quemaduras más graves. En estos casos se observa una piel entre amarillenta o marrón (pudiendo presentarse hasta un color grisáceo), con una consistencia firme; son quemaduras secas -y por lo tanto inelásticas- y normalmente indoloras, debido a la afectación de las ramas nerviosas que transmiten el dolor. Tanto estas quemaduras como las de segundo grado deben ser observadas por un médico y no tratadas en casa. 
Una vez que hemos determinado que se trata de una quemadura de primer grado, podremos elegir una de las múltiples opciones caseras para aliviarla y tratarla, pero antes de nada, es necesario limpiar la zona con agua fresca. Da igual si mantienes la zona bajo el grifo o dentro de un recipiente: la cuestión es que la herida quede bien limpia. Al mismo tiempo, la temperatura del agua -no es necesario que esté fría; templada ya basta- ayudará a aliviar el dolor inicial. 
Una vez realizado esto, podremos elegir con qué método actuar. Aquí os dejamos algunos:

ALOE VERA
Ayuda a aliviar el dolor y a la regeneración de la piel, y su aplicación es de lo más simple: cortar un pedazo de una de sus hojas, y posteriormente aplicar el gel que aparece sobre la zona. La actuación es casi inmediata. 
El aloe también es muy utilizado en las quemaduras producidas por la exposición solar excesiva.

MIEL
La miel es un destacable antiséptico, por lo que su aplicación en la zona de la quemadura evitará posibles infecciones. Para su aplicación utilizaremos una gasa, que dejaremos colocada sobre la zona como un vendaje, protegiendo la zona -y protegiéndonos de quedarnos pegados a cualquier sitio.

VINAGRE
No, no estamos locos. El vinagre, en todas sus formas, presenta importantes propiedades astringentes y antisépticas; por esto, aplicándolo luego de ser diluido en una misma cantidad de agua, puede ayudarnos a disminuir el dolor. También puede ser aplicable en gasas.
CEBOLLA
Es uno de los antisépticos más potentes de la naturaleza; por esto, su aplicación en rodajas sobre la quemadura -las rodajas deben ser recién cortadas, pues si no pierde sus propiedades- puede ayudarnos a evitar infecciones y la aparición de ampollas.

ACEITE ESENCIAL DE LAVANDA
Este aceite es uno de los pocos que se puede aplicar directamente sobre la piel. En caso de quemadura, la aplicación directa de unas gotas o de una gasa con aceite esencial, puede ayudar a aliviar el dolor y evitar la aparición de cicatrices.


Estos son algunos de los múltiples métodos ante quemaduras que podemos encontrar en libros y páginas dedicadas a actuaciones rápidas y caseras; si de todos modos no os fiáis, os dejamos un vídeo cortito en el que el doctor Bueno os da unas pautas a seguir. ¡Aquí tenemos posibilidades para todos los hipocondríacos!




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